Así comenzaba este trocito de mi vida hace un par de meses, con un Ada. Un Ada sin h que me abrió junto a mis compañeros de carrera una ventana al mar, a un mar lleno de peces con los que ahora adoro nadar.
Mi Ada sin H, se llama Irune y es difícil para mí dedicarla hoy unas palabras desde aquí. A tiempo pasado, con la asignatura que tenía este blog como modo de evaluación ya cerrada solo puedo decir GRACIAS.
Gracias por pararte a conocer lo que se escondía tras cada uno de mis compañeros y por supuesto de mi misma. Por el tiempo, las anécdotas y aquellas cosas que se quedan para nosotros. Gracias también por hacernos creer que un educación diferente no sólo es necesaria si no también posible. Gracias por los cuentos a media voz sentada en una mesa y todo aquello que ha revivido el niño que llevamos dentro. Gracias una vez más por promulgar con el ejemplo por tu Un poquito de EDUCACIÓN porfaplease ..
¡Vaya si existen las hadas! Yo creo en las ADAS (SIN H)
ResponderEliminarUna entrada preciosa de una persona maravillosa para una profesora excepcional.
No creo que sea necesario decir más. Todos hemos aprendido muchísimo, a título personal y profesional, de la que tú has denominado como nuestra ADA (sin h). Yo, desde aquí, y gracias a Cris, también te doy las GRACIAS.
ResponderEliminarPor cierto, me encanta la canción :))))))))))))))))))
¡Viva nuestro futuro como maestras llenas de ilusión y ganas por aprender cosas nuevas y mejorar con los pocos recursos que podamos tener!
Jooooo...
ResponderEliminarGracias a Cris por la entrada y a Irene y a Cris por los comentarios. Cuando seais profes entenderéis lo importantes que son estos detalles sobre todo cuando lo que se hace tanto dentro como fuera del aula por los alumnos, no está ni pagado (al menos suficientemente) ni agradecido.
Y encima yo..., que soy casi todo inteligencia EMOCIONAL... :)