Una de las Declaraciones de derechos más conocida, es la de los derechos humanos, también existen la de los derechos de los niños, del consumidor, del trabajador, e incluso de los libros.
Hace unos días me pregunté: ¿Existirá también una Declaración sobre los derechos del cuento? Pero después de algunas investigaciones, no he encontrado nada.
Pues voy a ser pionera; y a establecer algunos artículos sobre los derechos que poseen los cuentos tradicionales, voy a referirme sólo a este tipo de relatos y no a los cuentos de autor, para no tener problemas con la SGA. Aunque, si algún escritor de cuentos, quiere que sus historias tengan derechos, puede suscribirse a ellos.
- Artículo Nº 1: Un cuento tiene el derecho a ser contado.
- Artículo Nº 2: Un cuento debe ser transmitido de generación en generación, para asegurar su supervivencia.
- Artículo Nº 3: Las narraciones y cuentos tienen el derecho a ser relatados por distintas voces.
- Artículo Nº 4: Los cuentos tienen el derecho a traspasar fronteras e ir de un lugar a otro.
- Artículo Nº 5: El cuento tiene derecho a ser escuchado por oyentes de distintas edades y condiciones sociales.
- Artículo Nº 6: Los cuentos tienen el derecho y el deber de llenar de magia los espíritus y de ilustrar las almas.
- Artículo Nº 7: Los cuentos tienen el derecho de emocionar, hacer reír o llorar e incluso asustar a sus oyentes.
- Artículo Nº 8: Los cuentos tienen el derecho de tener como protagonistas a seres reales o imaginarios con virtudes o poderes mágicos.
- Artículo Nº 9: Los cuentos tienen derecho a ser mimados, queridos y repetidos tantas veces como el narrador o el oyente deseen.
- Artículo Nº 10: Las narraciones y cuentos tienen el derecho a ser recopilados y transcritos en libros.
Estos diez artículos pueden ser ampliados a tantos como se quieran, y recogeré cualquier tipo de sugerencia que se haga al respecto. Y ahora, ya suspiro tranquila. Por que los cuentos, esas obras de arte que tanto admiro, ya tienen sus derechos.
A mis cuentos, a los vuestros y a los de todos, para que TODOS ellos tengan derechos y se cumplan.
¡Pero qué bonito!!!! Me parece una genialidad personalizar los cuentos y dotarlos de derechos. Pero me parece una genialidad mayor aún ese decálogo que debería tener cualquier padre o madre y cualquiera que se encargue de educar. Te lo anoto :)
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