ARTISTAS para inspirarse

Cuando buscamos artistas en los que inspirarnos, muchas veces nos alejamos de los niños, en vez de partir de ellos, se convierten en el último al que consultar. Trabajar el arte en la infancia no tiene por qué ceñirse a buscar obras de artistas y tratar de copiarlas, también puede ser usar los materiales de ese artista para crear, y observar si las propuestas de los niños se asemejan a las del artista.

Tony Orrico

(Hinsdale, Illinois, 1979). Artista visual y performer. Actualmente trabaja en una serie de dibujos de contorno bilaterales titulada Penwald Drawings. Su trabajo ha sido recopilado por la National Academy of Sciences de Washington DC y encargado por Flux/S en Strijp-S de Eindhoven (Holanda) y el Dance Theater Workshop de Nueva York. Ha sido miembro de la Trisha Brown Dance Company (2006-2009) y de Shen Wei Dance Arts (2003-2006). La pasada primavera participó como “re-performer” en la retrospectiva de Marina Abramović en el MoMA de Nueva York.

Tony Orrico desarrolló su propia práctica simetría física como punto de entrada en su trabajo creativo.

En su llamado “estado de alerta” él está interesado en la aplicación de un cuerpo presente a una superficie, objeto o curso. Él confiesa que los artistas deben prepararse como lo harían con sus medios.

Con la idea de que la creatividad es una fuerza emergente, Orrico está fascinado con la forma en que los impulsos físicos se manifiestan en formas visibles. Él encuentra la belleza inherente en lo que se pierde a través de la representación y cómo las ideas en movimiento puede replicarse, mutar, o desintegrarse.

Sus artefactos y actuaciones a menudo entran en infinidades de simetría de reflexión y de rotación. La centralización en temas de movimiento cíclico y la generación y la regeneración del material, el trabajo se basa en la tensión entre lo efímero y lo que es capturado.

El trazo del niño

Cuando el niño empieza a tener mayor control sobre sus movimientos, lo que antes eran rayas sin sentido, ahora van adquiriendo mayor precisión. El niño aprende la relación entre el movimiento de su mano y las formas que realiza, descubre a la vez el control visual sobre los trazos por lo que existe ya la voluntad de realizar un trazo de un modo u otro. Es decir, intenta reproducir un pensamiento o algo que ha visto. Otro tema es que el observador sea capaz de descodificar lo que el niño ha plasmado.

Es en esta etapa del desarrollo de su trazo donde podemos hallar semejanzas con este artista. Cuando miro sus producciones, me recuerdan, salvando las distancias, al trazo circular “garabato” de los niños de 2 o 3 años. Ese movimiento consciente, esa motivación por descubrir la huella de cada gesto.

Para conocer un poco más sobre la técnica de este artista, os propongo que echéis un vistazo a este vídeo.