TODOS tenemos un cazo, de distintas dimensiones claro está. Lorenzo tiene uno que siempre va con él y a veces le resulta un poco incordio, pero de repente aparece alguien que le enseña que tener un cazo no es un incordio y es toda una aventura llevarlo con él.
La historia de Lorenzo se puede llevar a las aulas y también a los trabajos, pues a los niños basta con enseñárselo y explicárselo, pero a veces a los mayores se nos olvidan que los cazos requieren más esfuerzo.
Una historia enternecedora que os dejo para que veáis y analicéis.
Adoro ese libro, me apasiona, me encanta, me rechifla, me requetetegusta. Es de los mejores libros que he leído.
ResponderEliminarEs un libro obligado en la biblioteca de una maestra :)
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