Los niños tienen una conexión natural con la poesía. A través de ella, quienes crecen en entornos afectivos, toman contacto con la lengua y las palabras. En las canciones de cuna y los primeros juegos de upa, de manos, de dedos; en los versos para contar, para aprender los números o los días de la semana, para saltar la comba, para agradecer los alimentos, para pedir la lluvia, para cantar a las estaciones, para curar un golpe.
La poesía suele ser el primer lenguaje de los niños y su modo también de entender el mundo, dada la sensibilidad y apertura que el ser humano tiene es sus primeros años. A muchos se nos vendrá ahora, si lo pensamos, algún recuerdo de nuestros hijos, nietos, sobrinos, alumnos .. un momento en que inventaron una palabra, o usaron un término muy gracioso y original para nombrar algo común.
Los niños son poesía, y si desde pequeños pueden vivenciar la belleza del mundo y del lenguaje, en un futuro eso se convertirá en una herramientas expresiva que les abrirá horizontes.
Rimando con Mighilagato Rimatto es un juego de cartas con dos niveles de dificultad: el primero (se juega con tres barajas) y el segundo (con las cuatro).
Cada tarjeta contiene una palabra (en letra mayúscula imprenta, para que puedan leer fácilmente y jugar los más pequeños).El objetivo es lograr que rimen la primera y tercera carta (en el primer nivel) y la primera, la tercera y la cuarta, en el segundo nivel de juego. Para esto, la dinámica es similar a las de los típicos juegos de cartas, pero con la diferencia de que se podrá ir sacando de 3 o 4 mazos, lo cual exigirá de los jugadores una concentración importante (los más pequeños en las primeras sesiones de juego seguro necesitarán ayuda).
Los comodines darán la oportunidad de que los niños creen sus propias rimas. Y con la misma intención de provocar situaciones risueñas, brindar oportunidades creativas y alentar la imaginación y la sensibilidad, cuando un jugador ha encontrado las cartas que riman, deberá inventar un verso con ellas, sin poder alterar el orden en que las sacó, lo cual suele conducir al disparate y a momentos gratos y liberadores a través de las palabras, la voz y la risa.
La edad estimada de los destinatarios es entre 7 y 13 años, pero ya sabemos lo arbitrarias que pueden ser estas valoraciones. Hay niños que a los 5 años ya leen sin dificultades y pueden captar fácilmente los sonidos que riman. O niños más grandes que siguen encontrando grandes obstáculos en estas actividades. Además de que cada niño tiene sus tiempos y sus ritmos, también son condicionantes las actividades familiares que se realicen habitualmente, y su entorno, por lo cual nuestro propósito es brindar espacios de encuentro afectivo generacional e intergeneracional.
Este juego concreto es un material artesanal que encontré en el Blog de La Cuentería y es un juego que se puede personalizar y de edición limitada por lo que si es imposible conseguirlo os propongo crear de manera artesanal un juego como este para vuestro aula.
Tiene muy buena pinta. Te lo anoto.
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