Cuando NO estás aquí.

 Cuando no estás aquí es un albúm ilustrado que mediante los pensamientos egoístas e inocentes de un niño cuenta como se siente cuando alguien que siempre ha estado junto a ti ya no está. Un albúm para regalar y que te regalen.

Quería reseñar este libro que encontré en el XXXVI Salón del Libro Infantil y Juvenil de Madrid porque me sentí muy identificada con él, pues soy la pequeña de dos hermanos y he valorado esa soledad deseada que se siente cuando todos los juguetes son para ti, pero también he echado de menos las broncas que hacían de ese ni contigo ni sin ti algo como mucho significado. Así que como me encanta hacer de reina maga este año mi hermano de 28 años encontrará bajo el árbol este magnífico regalo lleno de simbolismo.

Os dejo también algunas de las reseñas que he encontrado para que vayáis más allá de mi humilde apreciación.

"Sobre los celos y el torbellino emocional que sacude el universo del niño cuando de compartir espacios se trata, versa este álbum intimista de María Hergueta que, desde la cubierta, nos ilustra con el gesto cariacontecido del protagonista tras emborronar con lápiz rojo la estampa de su hermana. Con una sinceridad que conmueve tanto como las evocadoras ilustraciones que dan vida al libro, el chico reconocerá ante su hermana algunas de las razones por las que se siente feliz cuando ella no está a su lado."

(Cecilia Frías, El Cultural)

«María Hergueta es una ilustradora valenciana, nacida en 1984, que acaba de publicar en El Jinete Azul, que dirige Antonio Ventura, Cuando no estás aquí; hace poco en Kalandraka ilustraba La conejita Marcela, de Esther Tusquets. El álbum, tan sencillo como imaginativo, cultiva la paradoja en la narración: cuenta la historia de un niño que experimenta la libertad máxima cuando se da cuenta de que su hermana (parece que debe de ser su hermana, podría ser su hermano, podría ser su primera novia…) no está. En ese instante, disfruta de todo: de la tele, de la cama y de los muñecos, de los juguetes del otro. Es como si saliese de una nueva vida. Aunque, como se pueden imaginar los lectores y especialmente los niños, nada es lo que parece.

Desde ese instante aparecen las sorpresas y el relato da un viraje de la impresión de libertad hacia el concepto de amistad. María Hergueta compone un álbum sugerente, bien hilvanado, con buenas propuestas visuales, muy libre en su concepción y en la opción de los colores: la doble página de la gran colcha y los muñecos; la doble página del niño en el sofá, que tiene algo de retablo de elementos y atmósferas, de objetos y de sueños; la doble página del campo de repollos, que parece uno de los cuadros con nieve de Iris Lázaro. El cuento se cierra muy bien con ese sembrado de pimientos con tantas flores».

(Antón Castro, Heraldo de Aragón)